El mundo financiero tiembla frente a un escena que, según el escritor e inversionista Robert Kiyosaki, marca el inicio de una calamidad ampliamente anunciada.
Con un mensaje claro y directo publicado en su cuenta de X este 10 de marzo de 2025, Kiyosaki no duda en afirmar: «Predije que la anciano caída del mercado de títulos aún estaba por aparecer. Lamentablemente, esa crisis ya ha llegado».
Sus palabras resuenan en un contexto de incertidumbre total que supera incluso los días más oscuros de la pandemia de COVID-19mientras los mercados bursátiles, digitales y tradicionales muestran señales de colapso.
Una profecía que toma forma
Kiyosaki no es nuevo en el arte de las advertencias. Desde hace abriles, el autor de La profecía de Padre Rico ha insistido en que una caída histórica de la bolsa de títulos estaba en el horizonte.
El pasado 27 de enero, reiteró que febrero de 2025 sería el punto de inflexión. Aunque los mercados no han colapsado en la magnitud exacta que predijo, la efectividad no está tan acullá de sus vaticinios, como lo reportó CriptoNoticias.
Las acciones globales caen, Wall Street acumula pérdidas y los activos digitales, como bitcoin (BTC), enfrentan una liquidación masiva. Si adecuadamente la «caída más enfermo de la historia» no se ha materializado.
Por ejemplo, el S&P 500, uno de los índices más representativos de la heredad estadounidense, alcanzó máximos históricos a inicios de febrero, pero en las últimas semanas ha caído a niveles de septiembre de 2024, lo que sugiere que la crisis podría estar gestándose a mediano plazo.
Por ejemplo, la enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China agrega presión al panorama. China impuso aranceles a productos agrícolas estadounidenses, como madera, y retalió con un 15% al carbón y gas natural licuado, encima de un 10% a petróleo crudo y maquinaria agrícola.
Esta subida argumenta a los aranceles del 20% establecidos por Donald Trump a importaciones chinasintensificados el 4 de marzo con un 25% a productos de México y Canadá.
Los precios del petróleo tocan mínimos de seis meses, alineándose con el deseo de Trump de sujetar la inflación, pero a un costo elevado. En el venidero boceto se puede apreciar como el precio del petróleo comenzó a descender desde la venida de Trump al poder.
Los baby boomers en la mira
Kiyosaki apunta directamente a los inversionistas baby boomers (personas nacidas entre 1946 y 1964) como los más vulnerables en este torbellino crematístico.
«Los baby boomers estadounidenses son la primera procreación con un 401k y un IRA, además conocidos como planes de pensión de contribución definida», explica.
A diferencia de la procreación de la Segunda Conflicto Mundial, que contaba con planes de beneficios definidos —obligados a fertilizar lo prometido incluso en una crisis—, los planes actuales solo garantizan lo que queda tras una caída del mercado.
«En caso de un colapso, un plan de contribución definida solo paga lo que el inversionista aportó, si es que queda poco», señala el autor.
Este contraste pone en aventura el futuro de millones de personas que confiaron en estos instrumentos para su retiro.
La volatilidad contemporáneo, combinada con la desatiendo de educación financiera que Kiyosaki critica duramente, deja a esta procreación expuesta a pérdidas catastróficas.
Mientras tanto, el rendimiento de los bonos japoneses a 20 abriles alcanzó el 2,265%el nivel más stop desde 2008, lo que refleja expectativas de alzas en las tasas de interés y presiones inflacionarias que desatan un sentimiento de rechazo al aventura en los mercados de acciones y bitcoin.
La razón es que tal escena representa anciano fortaleza del yen (JPY), la moneda japonesa, lo que desmotiva a los traders a hacer carry trade. Es afirmar, desalienta la toma de préstamos de yenes para comprar dólares e alterar en los mercados de acciones y criptomonedas.
Bitcoin: ¿refugio o espejismo?
En medio de este panorama, bitcoin, la moneda digital creada por Satoshi Nakamoto, no escapa a la tormenta.
La última semana registró una caída de 13%, impulsada por la liquidación de activos de aventura frente a la incertidumbre macroeconómica. Los inversionistas buscan refugio en bonos del Caudal y el dólar, reforzando la idea de que bitcoin sigue siendo percibido como un activo reflexivo más que como una reserva de valía comparable al oro.
Sin secuestro, la nueva reserva estratégica de bitcoin que ha impulsado Estados Unidos envía un mensaje diferente: el gobierno lo considera un activo escaso y valioso, comparable a un «oro digital».
A generoso plazo, las propiedades de bitcoin —su confín de 21 millones de unidades, resistor a la censura e inconfiscabilidad— lo posicionan como una opción atractiva en tiempos de crisis.
Kiyosaki, fiel a su filosofía, lo incluye entre sus recomendaciones: «Invierte y toma posesión de oro, plata y bitcoin reales».
Sin secuestro, advierte contra los ETF de estos activos. «Nunca compraría ETF de oro, plata o bitcoin», dice.
Esto lo dice, porque los ETF de bitcoin no representan la posesión directa de bitcoin verdadero. En cambio, es un título de deuda, un «vale», que promete dar exposición al precio de bitcoin.
Esto quiere afirmar que en circunscripción de poseer la moneda directamente, se posee un producto financiero que sigue el precio de la moneda digital
Un mundo en amenaza
La incertidumbre económica total contemporáneo supera los niveles registrados durante la pandemia de COVID-19, un cifra que subraya la complejidad del momento, tal como se aprecia en el venidero boceto.
Las dificultades para predecir el comportamiento de las economías afectan a gobiernos, empresas y ciudadanos por igual.
La enfrentamiento de aranceles, las tasas de interés en Japón, la caída de los precios del petróleo y la volatilidad de los mercados digitales y tradicionales dibujan un escena excepcionalmente peligroso.
Para Kiyosaki, la raíz del problema está en un sistema educativo deficiente, un Wall Street repleto de «inversionistas estúpidos» y líderes políticos influenciados por «banqueros corruptos».
Frente a este «esquema Ponzi monetario», como lo fuego, su consejo es claro: tomar el control de las finanzas personales con activos tangibles. Mientras los mercados tambalean y las profecías de Kiyosaki encuentran eco en la efectividad, el mundo observa con cautela.
La crisis, asegura él, ya no es una advertencia, sino una presencia tangible. Resta ver si los inversionistas, especialmente los baby boomers, lograrán sortear la tormenta o si, como predice el autor, este será el principio de un cambio irreversible en el orden financiero total.
