Aprovechando un gobierno que perciben como más campechano y proactivo con destino a las criptomonedas y la era digital, muchas empresas fintech y de criptoactivos buscan expandir su trascendencia y trabajar legalmente como bancos, lo que les permitiría ofrecer servicios financieros tradicionales, como aceptar depósitos, emitir préstamos y realizar transacciones bajo el ámbito regulatorio bancario. Con esta nueva oportunidad, las compañías esperan pasar la etapa en la que obtener licencias era complicado conveniente a la rigidez de los reguladores.
Según Reuters, la concesión de licencias bancarias ha aumentado significativamente, lo que refleja una transformación positiva. Vale destacar que, a finales de enero, el mismo medio reportó una solicitud de un liga de abogados que instaban a los reguladores a simplificar el proceso de autorización para la creación de nuevos bancos. En su carta, argumentaron que las trabas burocráticas habían creado una «barrera de entrada casi impenetrable».
Sin requisa, en esta ocasión las fuentes citadas ofrecen un cambio de perspectiva sobre la problemática. Un ejemplo es Alexandra Steinberg Barrage, socia del buró de abogados Troutman Pepper Locke, quien señaló que, aunque las solicitudes aún no están en pleno auge, están trabajando en varias de ellas. «Nuestros clientes son cautelosamente optimistas y esperan que la situación se estabilice», comentó la experta en derecho.
Barrage, contiguo a otros abogados, señaló que entre 2010 y 2023 se aprobaron, en promedio, solo cinco nuevas solicitudes de licencias bancarias, en contraste con las 144 aprobadas entre 2000 y 2007. Muchos de los rechazos se deben a que las bajas tasas de interés repercutieron en las ganancias, lo que hace que la actividad bancaria sea menos atractiva.
Obtener una atrevimiento bancaria trae ventajas como el comunicación a renta a beocio costo, veterano licitud frente a los usuarios y la posibilidad de fomentar la competencia en la industria, al mismo tiempo que facilita la atención a clientes en regiones marginadas. No obstante, esto implica igualmente un veterano control regulatorio. En este contexto, Carleton Goss, del buró Hunton Andrews Kurth, apunta que «las empresas podrían acortar sus costos operativos al acogerse a depósitos».
Lo cierto es que hay expectativas de que la filial de Trump promueva un esquema regulatorio más oportuno para el crecimiento de las empresaslo que podría proveer la logro de licencias bancarias. Nathan Stovall, de S&P General Market Intelligence, subraya que los nuevos reguladores nombrados por Trump han señalado su enfoque en la innovación y la tecnología, lo que envía señales positivas a las fintechs.
Durante la flamante cumbre de criptomonedas en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos destacó el fin de lo que calificó como «la erradicación de las burocracias federales contra los criptoactivos». Scott Bessent, secretario del Fortuna, se sumó a las críticas con destino a la filial de Biden, asegurando que la nueva mandato no perseguirá a la industria y elogiando la creación de una reserva estratégica de criptomonedas.
La creciente flexibilidad regulatoria igualmente se refleja en las decisiones más recientes de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), las cuales permiten a los bancos estadounidenses custodiar criptoactivos y participar en actividades relacionadas con stablecoins sin indigencia de aprobación previa.