El 25 de octubre se cumplieron 200 días en los que el precio de bitcoin (BTC) cerró por encima de los 100.000 dólares.
Al momento de esta publicación, la cotización de BTC subió desde los USD 111.600 hasta los casi USD 113.500, lo que representa un incremento de 1,7% en las últimas 24 horas.
La permanencia de BTC sobre los 100.000 dólares tiene implicaciones tanto psicológicas como técnicas.
Desde el punto de clarividencia emocional, se alcahuetería de un nivel que refuerza la confianza de los traders y de los inversionistas, que suelen interpretar la estabilidad por encima de ciertos umbrales como una señal de fortaleza estructural.
En los mercados financieros, los «niveles psicológicos» son precios que atraen gran bulto de órdenes de operación y traspaso, actuando como barreras naturales delante movimientos bruscos.
Desde un enfoque técnico, perdurar el precio por encima de esa radio implica la creación de nuevas zonas de soporte.
En términos simples, un soporte es un rango de precios donde la demanda tiende a exceder a la propuesta, impidiendo que el valencia del activo caiga por debajo de esa radio. Así, los descensos de bitcoin ahora encuentran carretera en niveles más altos que los de ciclos anteriores, lo que sugiere un proceso de maduración del mercado.
Catalizadores y frenos para el precio de bitcoin
Por un flanco, la asimilación institucional continúa en crecimiento. Empresas mantienen la organización de incorporar BTC en sus balances como reserva de valencia.
Por otro, compañías emisoras de instrumentos financieros incluso continúan ensanchando sus tenencias, como BlackRock, que ya posee más de 800.000 bitcoins para respaldar sus fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés).
Al mismo tiempo, las llamadas “ballenas” (inversionistas que controlan grandes más de 1.000 monedas de BTC) han escaso su ritmo de traspaso, manteniendo una propuesta limitada en el mercado.
Mirando en torno a delante, como lo reportó CriptoNoticias, dos eventos podrían marcar el rumbo del precio en lo que resta del año.
Uno de ellos es una posible reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), una medida que históricamente impulsa los activos de peligro.
El otro es la esperada reunión entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping. Las tensiones comerciales entre ambas naciones (impulsadas por Trump) influyeron en la volatilidad de octubre, cuando el precio de bitcoin retrocedió hasta los 104.000 dólares tras declaraciones de Trump sobre posibles aumentos de aranceles a China.
Finalmente, el oro (activo tradicionalmente asociado a la cobertura contra la inflación y la incertidumbre) incluso ha captado la atención de los inversionistas, quitándole poco de espacio a BTC.
Y es que, a pesar de una posterior corrección, el metal alcanzó un mayor histórico (ATH) el 20 de octubre, reflejando que el interés por los refugios de valencia sigue válido en un contexto integral de inestabilidad económica.



