El yen japonés se ha débil significativamente, superando los 153 yenes por dólar estadounidense por primera vez desde febrero. Esto ha reavivado las preocupaciones sobre el carry trade del yen y su potencial para desencadenar una agitación financiera mundial.
El Bandada de Japón enfrenta una alternativa crítica: aumentar las tasas de interés para respaldar la caída del yen, o surtir la política coetáneo y pasar el aventura de provocar el caos en el mercado. Los expertos advierten que las consecuencias de los cambios de políticas podrían desencadenar una crisis.
Un punto de inflexión para el carry trade del yen
El carry trade del yen implica pedir prestado en yenes a bajo interés e volver en activos de longevo rendimiento en el extranjero, como acciones o bonos estadounidenses, para capitalizar los diferenciales de tasas de interés. Durante décadas, las tasas cercanas a cero de Japón han convertido al yen en una moneda de financiamiento atractiva.
En particular, incluso los ajustes menores realizados por el Bandada de Japón han provocado repercusiones en los mercados. Por ejemplo, en julio de 2024, la primera subida de tipos del BoJ en abriles impulsó un aumento del 13% en el yen en un mes.
Sin bloqueo, la medida preparó el escena para la agitación en agosto, cuando las acciones japonesas sufrieron pérdidas récord. Según Reuters, el índice Nikkei registró su longevo caída en un solo día desde el Lunes Infeliz de 1987.
“A posteriori de que el Bandada de Japón subió las tasas un cuarto de punto a principios de 2024, tomó a los mercados por sorpresa con una segunda subida poco a posteriori. Eso desencadenó un enorme repunte del yen que en un momento disparó el VIX por encima del nivel 60 y desató una corrección de aproximadamente el 10% en el S&P 500”, observó el analista Michael A. Gayed.
Esta volatilidad surge porque las operaciones de carry trade están fuertemente apalancadas. Un aumento repentino en el valía del yen o un cambio en los diferenciales de tasas pueden forzar una laxitud en pánico. Las ventas forzadas luego hacen apearse los precios en todos los mercados.
Sin bloqueo, el carry trade coetáneo del yen es de escalera mucho longevo: las estimaciones sitúan el tamaño del comercio en hasta 14 billones de dólares, más de tres veces la capitalización del mercado de criptomonedas. Esto aumenta aún más las apuestas a medida que el yen continúa cayendo.
Los analistas llaman a este escena un potencial “Cisne Infeliz”, un evento raro e impredecible con consecuencias globales. Si la brecha entre las tasas japonesas y extranjeras se reduce aún más, una rápida desaceleración podría amplificar el pánico, afectando a los bonos, las acciones y las criptomonedas por igual.
Estancamiento político e incertidumbre política
Mientras tanto, el Bandada de Japón se enfrenta a un llano dilema político bajo el mandato del representante Kazuo Ueda. Elevar las tasas podría estabilizar el yen, pero corre el aventura de colapsar el mercado de bonos de Japón y prolongarse a las acciones estadounidenses, dada la naturaleza interconectada de las finanzas globales.
Sin bloqueo, surtir tasas bajas invita al colapso de la moneda y a la hiperinflación. Los cambios políticos han aumentado la incertidumbre.
Tras la trofeo de Sanae Takaichi en la carrera por el liderazgo del PLD, los inversores reevaluaron las perspectivas de política monetaria. Con su válido competición a las subidas de tipos, las probabilidades de un aumento de los tipos de interés en octubre cayeron del 68% al 25%.
Aun así, Kazuo Ueda, representante del Bandada de Japón, la responsabilidad va en aumento. Debe equilibrar la presión política con el mantenimiento de la independencia del mesa central.
Los indicadores recientes subrayan los riesgos crecientes. El indicador Carry Trade del yen ha mostrado una desemejanza bajista, lo que indica una posible reversión. Adicionalmente, el macroeconomista Kashyap Sriram ha sugerido que sin intervención, el yen podría convertirse en la primera moneda importante en colapsar en los tiempos modernos.
El representación más aterrador de los mercados hoy. Si el yen se desploma, el Bandada de Japón tendrá que subir las tasas o arriesgarse al colapso de la moneda.
No quedan opciones fáciles. El aumento de las tasas colapsará su mercado de bonos y las acciones estadounidenses. El colapso de la moneda conducirá a la hiperinflación y al caos.
La Reserva Federal puede venir a… pic.twitter.com/GkgUdansAB
– Kashyap Sriram (@kashyap286) 9 de octubre de 2025
Por lo tanto, esto podría empujar al Bandada de Japón a subir las tasas para exceptuar la caída del yen a pesar de las presiones políticas.
Mercadería dominó sobre las criptomonedas y los activos globales
Mientras tanto, las consecuencias de una reducción de las subidas de tipos se extienden mucho más allá de las acciones y los bonos: las criptomonedas todavía están en aventura. En la agitación de agosto de 2024, Bitcoin (BTC) cayó por debajo de los 50.000 dólares.
“Si se produce una subida de tipos, los inversores venderán sus activos globales y los convertirán en yenes para remunerar su deuda. Esto generará una enorme presión de liquidación a corto plazo, similar a la de agosto de 2024”, señaló el analista Ted Pillows.
Entonces, si el Bandada de Japón decide retornar a subir las tasas, Bitcoin podría notar el impacto en los próximos meses. Si acertadamente la estacionalidad del cuarto trimestre generalmente favorece el desempeño de BTC, el impacto macroeconómico de una crisis de solvencia impulsada por el yen aún podría anular esas tendencias.
Por lo tanto, el destino de los activos globales –desde las acciones hasta el Bitcoin– depende ahora del próximo paso de Japón. Los inversores se están preparando para posibles réplicas, ya que las futuras políticas sobre el yen conllevan importantes implicaciones para cualquiera que participe en los mercados de haber globales.
El post ¿Podría la laxitud del comercio de carry del yen convertirse en el próximo evento del cisne molesto? apareció por primera vez en BeInCrypto.



