El brillo del récord histórico atrapado por bitcoin (BTC) en enero se ha opacado, sustituido por una marea roja que arrastra a cientos de activos digitales a la devaluación. Es que BTC es el activo digital pionero y el que determina el pulso de todo el mercado.
Los acontecimientos recientes, marcados por decisiones políticas y sacudidas en el sector, pintan un panorama engorroso que merece atención.
La comunicado no pasa desapercibida: bitcoin cayó por debajo de los 80.000 dólares, un inicio psicológico que no cruzaba desde noviembre de 2024. Sin confiscación, no está solo en esta caída.
Cientos de criptomonedas reflejan números negativos, mientras analistas intentan descifrar si este tropiezo marca un punto de inflexión o una oportunidad disfrazada.
Criptomonedas en rojo
El caso más destacado es el de RAY, token de Raydium, un exchange descentralizado construido sobre la red de Solana. RAY se desplomó un 48% en los últimos siete díaspasando de su valía fresco a solo 2,3 dólares.
La caída de RAY coincide con rumores sobre Pump.Fun, una plataforma de tirada de memecoins en Solana, que estaría desarrollando su propio sistema de creación de mercado automatizado.
El finalidad dominó no tardó en manifestarse. Según datos de CoinMarketCap, un centenar de criptomonedas adentro del top 100 por capitalización de mercado muestran pérdidas semanales.
Trump sacude los mercados con su «eliminación de aranceles»
El primer ataque para el mercado proviene del ámbito político. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha intensificado su organización proteccionista, desatando una ola de incertidumbre en los mercados globales.
El miércoles, anunció aranceles del 25% a las exportaciones de la Unión Europea en dirección a su país, una medida que se suma a los impuestos a China a principios de mes. Pekín, en respuesta, prometió «todas las medidas necesarias» para contrarrestar el impacto, elevando la tensión comercial a nivel mundial.
Pero la presión no termina ahí. Aunque las negociaciones con México y Canadá lograron posponer hasta el 2 de abril la aplicación de tarifas a sus importaciones, la amenaza persiste.
Estos movimientos han generado nerviosismo en los mercados de activos volátilesdonde bitcoin, por su naturaleza descentralizada y especulativa, suelen ser las primeras en resentir el impacto.
La «eliminación de aranceles» de Trump, ha inyectado una dosis de cautela que empuja a los inversionistas a replegarse.
Un hackeo histórico agrava la crisis
Mientras los aranceles golpean desde fuera, un segundo negociador sacude al mercado desde su interior. Hace una semana, el exchange Bybit sufrió el anciano hackeo registrado en la historia de las criptomonedas. Los atacantes se llevaron 499.722 ether (ETH), equivalentes a 1.400 millones de dólaresdejando una herida profunda en la confianza de los usuarios.
Como resultado, los exchanges de criptomonedas enfrentaron retiros masivos, con panorama que alcanzaron los 4.300 millones de dólares en bitcoin y stablecoinscomo lo reportó CriptoNoticias.
Este incidente desató la presión vendedora, arrastrando a bitcoin a una caída del 6% en las últimas 24 horas. Aunque la moneda ha conseguido estabilizarse cerca de los 85.000 dólares, el daño ya estaba hecho: el mercado, sensibilizado por la incertidumbre universal, reaccionó con fuerza.
Analistas mantienen una perspectiva entusiasta para bitcoin
A pesar del panorama sombrío, no todo es pesimismo. Analistas como Omkar Godbole señalan que la caída contemporáneo podría ser una «ruptura y nueva prueba», un engendro popular en los mercados donde los precios retroceden a niveles de soporte ayer de retomar su encumbramiento.
Godbole apunta a los 73.000 dólares como un posible sueloun nivel que bitcoin superó en noviembre y que ahora podría servir como cojín para un rechazo.
Por su parte, Ki Young Ju, fundador de CryptoQuant, resta dramatismo al momento. Recuerda que correcciones del 30% son habituales en ciclos alcistas de bitcoine incluso cita el precedente de 2021, cuando una caída superior al 50% precedió a un nuevo mayor histórico.
Willy Woo, otro analista agradecido, refuerza esta visión con su «maniquí de aprieto», que sugiere que las liquidaciones extremas suelen anticipar recuperaciones.
Hay que mirar más allá
El mercado atraviesa días de incertidumbre, pero la historia demuestra que la volatilidad es parte de su ADN. Bitcoin, que alcanzó los 109.300 dólares en enero, sigue siendo un activo de narración, y su escasez –limitada a 21 millones de unidades– lo posiciona como una opción atractiva en el generoso plazo.
Mientras los aranceles de Trump y los hackeos sacuden la confianza, los analistas invitan a mirar más allá del ruido inmediato.
