Los grandes bancos de Estados Unidos han intensificado su presión para jalonar las recompensas que los usuarios reciben por persistir stablecoins.
En las últimas horas, el cabecilla de asuntos legales de Coinbase (Chief Legítimo Officer, en inglés), Paul Grewal, lanzó duras críticas contra las grandes instituciones bancarias, a las que acusó de presionar al Congreso de la nación para eliminar estos beneficios.
«Los grandes bancos intentan revertir la ley (GENIUS). Quieren un rescate porque competir con productos que a menudo apestan es, bueno, difícil. Las recompensas en stablecoins deben mantenerse. Este plan entró en vigor hace un mes y ya es ley», escribió Grewal en una publicación de la red social X.
Para el ejecutor, las stablecoins ofrecen más posibilidades que los instrumentos del sistema financiero tradicional. Cuando palabra de productos «que apestan», se refiere a que los bancos están conscientes de que no pueden competir contra los mismos.
El trasfondo de la disputa es la ley GENIUS (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins), aprobada en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos a finales de julio, tal y como reportó CriptoNoticias.
El plan, apto con apoyo bipartidista, establece el primer situación regulatorio integral para las monedas estables en EE. UU.garantizando que estos activos estén respaldados en una proporción 1:1 por reservas líquidas y que sus emisores se sometan a auditorías periódicas.
Lo que la norma no prohíbe —y que los bancos quieren restringir— son las recompensas que los exchanges ofrecen a los usuarios que mantienen stablecoins.
Para los grandes bancos, representados por grupos de presión como el Bank Policy Institute y la American Bankers Association, estas recompensas representan un problema. Calculan que hasta 6,6 billones de dólares en depósitos podrían trasladarse de la banca tradicional al ecosistema de las criptomonedas, y sostienen que este movimiento reduciría su capacidad para otorgar créditos a la pertenencias efectivo.
Usuarios ejercen presión ciudadana
Grewal acompañó su publicación con una invitación a sus seguidores a sumarse a la iniciativa Stand with Crypto, un movimiento de presión ciudadana que averiguación movilizar a los usuarios para defender su derecho a aceptar recompensas por persistir stablecoins.
El propio Grewal pidió a los estadounidenses valerse del movimiento y contactar a sus senadores: «Es hora de proteger a los consumidores respetando la ley, no rescatando a un sistema roto».
El objetivo de la campaña es apoyar que las recompensas por stablecoins continúen siendo legales bajo la Ley GENIUS, encima de presionar al Congreso para que establezca un situación regulatorio claro que fomente la innovación, en empleo de ceder delante los intereses del lobby bancario.
Por su parte, el CEO de Coinbase, Brian Armstrong, además se pronunció sobre la ataque bancaria. En sus redes sociales apuntó: «La hipocresía de los bancos vuelve a causar problemas para las criptomonedas. Quieren quitarte la posibilidad de percibir recompensas por persistir stablecoins. La competencia es buena para los consumidores. Solo están enojados porque están perdiendo…».
El patrón, al igual que Grewal, invitó a los usuarios a sumarse a Stand with Crypto.
Este debate sobre las recompensas no acaba ahí. Y es que hace unos días, Cody Carbone, CEO de la Digital Chamber, una ordenamiento sin fines de provecho dedicada a promover las criptomonedas, defendió estos incentivos en X, asegurando que «las recompensas por stablecoins no son lagunas legales».
Carbone explicó: «(Las recompensas) No son lo mismo que los intereses bancarios, no vienen con rendimientos garantizados y, a menudo, dependen de cómo los usuarios verdaderamente utilizan la plataforma».
En esta ruta, destacó que la acotación de estos incentivos solo frenaría la innovación: «La gentío quiere opciones, mejores rendimientos e innovación en los pagos. Poner restricciones a las recompensas solo matará el progreso».
Mientras tanto, Emilie Choi, directora de operaciones de Coinbase (o Chief Operating Officer, en inglés), afirmó que «si los bancos verdaderamente quisieran proteger a los consumidores, pasarían más tiempo desarrollando mejores productos y menos tiempo haciendo lobby contra empresas que los están superando». Por otra parte, aseguró que seguirán luchando para persistir activas las recompensas.
Más allá de lo que ocurra a corto plazo, esta disputa evidencia el desafío de equilibrar la protección de los consumidores con la espontaneidad de innovar en un sector que evoluciona rápidamente. La forma en que se resuelva el conflicto no solo podría redefinir la relación entre bancos y empresas de criptomonedas, sino además influir en los niveles de acogida de estas últimas.