En la tenebrosidad de ayer, 14 de agosto de 2025, algún compró un token no fungible (NFT) de la colección EtherRock y pagó por él 135 ether (ETH)equivalentes a 606.525 dólares.
Lo ocurrido trae saludos del año 2021, cuando esta colección se puso de moda. El 24 de agosto de aquel año, CriptoNoticias publicó la nota «¿Las rocas son el nuevo oro? NFT de piedras se cotizan en millones de dólares». Allí se explicaba que «EtherRock es una plataforma creada en 2017 en la que se comercializan 100 unidades de estos NFT».
Con la flamante subida de ETH, que estuvo cerca de marcar nuevos máximos históricos, parece que viejas pasiones están reviviendo.
Pero, no todos están muy felices por esto. Desde la cuenta oficial de EtherRock en X publicaron sobre la importación y las reacciones no se hicieron esperar.
El bitcoiner argentino Nicolás Bourbon comentó: «Cagamos…. No aprenden más». Por su parte, quien se identifica como «WonWon» en esa misma red social, escribió: «¡No de nuevo, Salvador!».
Este tipo de respuestas no son porque sí. EtherRock se convirtió hace primaveras en un símbolo de la burbuja NFTy su sola mención revive el rememoración de un mercado desbordado por la especulación.
Para muchos, retornar a ver estas compras casi millonarias es un recordatorio incómodo de que, adyacente con la maduración de la industria, incluso persiste esa otra cara que la caricaturiza y le resta seriedad.
Por eso la mezcla de tabarra e ironía: entre la indignación de quienes ven repetir errores del pasado y la risa nerviosa de quienes no pueden creer que la historia vuelva a escribirse casi con los mismos trazos.
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