Bitcoin (BTC), que alcanzó un mayor histórico de 109.300 dólares el pasado enero, se ha desplomado hasta niveles no vistos desde noviembre de 2024.
En las últimas 24 horas, bitcoin sufrió una caída de 6%, llegando a retroceder por debajo de 80.000 dólares, pero ha rematado una leve recuperación, ubicándose en torno a los 82.000 dólares. Este nivel marca el punto más bajo de la moneda en lo que va del año.
Como consecuencia de esta caída de precio, en las últimas 24 horas, se han liquidado 970 millones de dólares de posiciones apalancadas de traders de futuros de bitcoin y criptomonedas, de acuerdo a datos de Coinglass.
Las liquidaciones masivas muestran cómo la exaltación de los últimos meses dio paso a un ajuste que no perdonó a quienes apostaron robusto por el ascenso.
Liquidaciones masivas: el costo del apalancamiento
De los 970 millones de dólares liquidados, 818 millones correspondieron a posiciones en grandees sostener, operaciones que anticipaban un aumento en el valencia de bitcoin y otras criptomonedas, señala Coinglass.
Por su parte, las posiciones en corto, que apostaban por una mengua, sumaron 154 millones de dólares en cierres forzados.
A continuación, se puede apreciar cómo fluctuaron las liquidaciones en las últimas 24 horas.
Este desbalance refleja el optimismo que predominaba entre los traders antiguamente del desplome, un optimismo que se evaporó cuando el mercado giró en su contra.
Las liquidaciones ocurren cuando los operadores, al usar apalancamiento, no logran perseverar el beneficio necesario para sostener sus posiciones. Las plataformas de trading, diseñadas para acogerse de pérdidas mayores, cierran estos contratos de guisa cibernética.
En este caso, los alcistas, quienes esperaban que bitcoin continuara su progreso, cayeron en una trampa tendida por la dinámica impredecible del mercado. Aunque este tipo de eventos no es visible a los períodos de inscripción volatilidad, su escalera subraya los riesgos inherentes al trading de futuros en criptoactivos.
Encima, las liquidaciones no son un engendro accidental de las últimas horas. Desde hace días, los traders de futuros enfrentan episodios de pérdidas significativas. La combinación de movimientos bruscos en el precio y el uso de apalancamiento ha convertido el mercado en un dominio minado para los inversionistas que buscan ganancias rápidas.
¿Qué desencadenó la caída de bitcoin?
Para entender este desplome, dos factores emergen como protagonistas. En primer superficie, las medidas proteccionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trumphan sacudido los mercados globales.
El miércoles, Trump anunció aranceles del 25% a las exportaciones de la Unión Europea (UE) en torno a Estados Unidos.
A esto se suma la continuidad de los impuestos a las importaciones de México y Canadá, cuya implementación se pospuso hasta el 2 de abril tras negociaciones con entreambos gobiernos, como lo reportó CriptoNoticias.
Estas tarifas se añaden a los aranceles impuestos a principios de mes a China. Lo que llevó a Pekín a reponer con la advertencia de tomar «todas las medidas necesarias» para contrarrestar el impacto.
El segundo número golpea directamente a los activos digitales. Hace una semana, el exchange Bybit sufrió el maduro hackeo en la historia de las criptomonedas, con una pérdida de 499.722 ether (ETH), equivalentes a 1.411 millones de dólares.
Este incidente desató retiros masivos en las plataformas de intercambio, con expectativas que alcanzaron los 4.300 millones de dólares en bitcoin y stablecoins. La incertidumbre generada por este ataque exacerbó la presión vendedora, contribuyendo a la caída de precios.
Lecciones de un mercado implacable
A medida que el polvo se asienta, el mensaje para los traders resuena con claridad: una gobierno adecuada de riesgos es esencial al efectuar en el volátil mundo de los activos digitales.
El apalancamiento, aunque atractivo por su potencial de amplificar ganancias, se convierte en un armas de doble filo cuando el mercado cambia de rumbo. Para muchos, las liquidaciones de las últimas 24 horas serán una consejo costosa sobre la importancia de la prudencia en un entorno donde la exaltación y el pánico conviven a diario.
Bitcoin, que es manido como un refugio frente a la incertidumbre económica, enfrenta ahora un momento de introspección. Por ahora, el eco de los 900 millones de dólares liquidados sirve como un recordatorio de que, en el mundo de las criptomonedas, la honor y la ruina están separadas por una raya muy flaca.
