El índice dólar (DXY) volvió a retroceder tras intentar, sin éxito, doblar la zona de resistor situada entre 100 y 101 puntos, nivel que ha contenido sus avances durante los últimos siete meses.
De acuerdo con la gráfica a continuación, el DXY ha evidenciado descuido de impulso y consistentes rebotes a la descenso tras probar la resistor (rectángulo sombreado en rojo). Sobresaliente, considerando que ese índice mide la fortaleza del billete verde frente al euro, el yen, la libra, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo.
Este comportamiento bajista alega, en parte, a la expectativa ilusionado por recortaduras de tasas por parte de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos en diciembre, así como a indicadores macroeconómicos mixtos que han pequeño la demanda por activos denominados en dólares.
Un dólar más débil tiende a proteger el apetito por el peligro, lo que históricamente ha presbítero a bitcoin y otras criptomonedas. Cuando la moneda estadounidense pierde fortaleza integral, los inversionistas suelen rotar alrededor de instrumentos alternativos que ofrezcan potencial de apreciación.
Esto se debe a que un dólar depreciado abarata la entrada a mercados de peligro. Encima, empuja a los operadores a inquirir rendimientos fuera de los activos tradicionales de renta fija o del propio efectivo.
De mantenerse la afición del DXY, es posible un decano flujo alrededor de bitcoin. Especialmente en un contexto en el que los mercados anticipan condiciones financieras más flexibles de cara a 2025, de acuerdo con analistas consultados por CriptoNoticias.
