Colombia Fintech presentará una hoja de ruta de 800 páginas con 120 propuestas para modernizar el sistema financiero franquista. Esto tendrá oportunidad en Barranquilla, los días jueves 11 y viernes 12 de septiembre, cuando se celebrará el evento Latam Fintech Market.
El documento aborda temas como criptomonedas, pagos digitales e inteligencia fabricado, con el objetivo de impulsar un «tsunami regulatorio» que fortalezca la inclusión financiera.
Actualmente, el país enfrenta el desafío de ampliar el llegada a servicios financieros formales en zonas urbanas y rurales, así como entre distintos grupos etarios, y de incrementar el llegada al crédito entre la población adulta, que hoy alcanza solo el 35%. La meta es posicionar a Colombia como líder regional, al nivel de Brasil (84%) e India (80%).
El país ha renovador en infraestructura digital, como el sistema de pagos instantáneos Bre-B, pero sigue rezagado frente a modelos como el PIX brasileño o la acogida de bitcoin impulsado por las comunidades de El Salvador.
El Sistema de Pagos Inmediatos (SPI) Bre-B de Colombia, administrado por el Tira de la República, es una infraestructura centralizada diseñada para entregar transferencias y pagos en tiempo auténtico entre cuentas de diferentes entidades financieras, billeteras digitales y comercios. Y aunque comparte algunas características con redes de criptomonedas, como la presteza y la interoperabilidad, su casa y funcionamiento son distintos.
Por lo tanto, queda claro que el sistema financiero colombiano ha renovador, pero aún persisten debilidades como la adhesión dependencia del efectivo y el pequeño llegada al crédito formal.
Estas limitaciones han motivado a Colombia Fintech a proponer un «tsunami regulatorio» con iniciativas centradas en bitcoin, criptomonedas, pagos digitales e inteligencia fabricado, con el objetivo de proteger la inclusión financiera, promover la competencia y posicionar a Colombia como líder regional en innovación financiera.
Colombia Fintech, es una asociación de 370 empresas de tecnología financiera, enfocadas en criptoactivos y otros servicios relacionados con monedas digitales. Estas abarcan áreas como pagos digitales, billeteras electrónicas y plataformas de intercambio de criptomonedas.
Como se mencionó anteriormente en esta nota, las propuestas de esta asociacion de empresas fintech serán presentadas en el evento de Barranquilla que reunirá a reguladores, bancos tradicionales y compañías locales, incluyendo a startups de bitcoin y criptomonedas.
Todo esto ocurre en un momento secreto donde los depósitos de neobancos aumentaron aproximadamente 20 veces, pasando de rodeando de 400 mil millones de pesos (0,4 billones) a más de 4 billones de pesos, según reportes de septiembre 2024. La emblema indica un aumento de la confianza en la innovación digital, especialmente entre los jóvenes colombianos y los más desfavorecidos.
Es una señal de que los activos digitales y los pagos digitales tienen el potencial de elevar a Colombia al nivel de inclusión del 80% que tiene la India y atraer la inversión extranjera como lo ha hecho El Salvador con bitcoin, tal como lo ha reportado CriptoNoticias.
Por esa razón, la cumbre de Barranquilla igualmente incluirá la billete de Juan Carlos Reyes, presidente de la Comisión Doméstico de Activos Digitales de El Salvador.
Regular las stablecoins y variar el sector
El documento de Colombia Fintech propone intervenir 22 áreas, desde stablecoins hasta ciberdelito. Gabriel Santos, presidente ejecutante de la asociación explicó que «necesitamos un tsunami regulatorio para variar el sector.
Esto incluye eliminar retenciones a pagos digitales, proteger Bre-B y reconsiderar tributos a inversión extranjera. Santos enfatizó que la transformación requiere colaboración: «No es trabajo solo de fintechs. Es con bancos, reguladores y usuarios».
En ese sentido, el Latam Fintech Market podría marcar un punto de inflexión para Colombia. Si las propuestas son adoptadas, el país podría acelerar su inclusión financieracompetir con hubs regionales y atraer inversión en tecnología.
El desafío será conciliar la velocidad de la innovación con la solidez regulatoria, un invariabilidad que definirá el futuro financiero de la región.