El mercado financiero universal atraviesa un momento de adhesión volatilidad y en este contexto bitcoin (BTC) ha recuperado su sincronía con el oro.
Según el coeficiente de correlación de Pearson, los precios de uno y otro activos han comenzado a moverse en paralelo nuevamentemientras que muestran una desestimación correlación con las principales acciones del mercado, como los índices Nasdaq Composite y S&P 500.
Este comportamiento sugiere un cambio en la percepción de los inversionistas, quienes ven en la moneda digital un refugio de valencia comparable al metal precioso, pero no un activo encuadrado con el mercado financiero.
El movimiento, impulsado por la incertidumbre económica y una subida en las tensiones comerciales, reafirma que bitcoin puede consolidarse como el “oro digital”.
Un repunte en la correlación
El indicador de correlación de Pearson, una medida estadística que evalúa la relación seguido entre dos variables, muestra que bitcoin y el oro han retomado una trayectoria conjunta.
La medida se da entre -1 y 1. Mientras más cerca de 1, viejo es la correlación entre los activos, mientras que el -1 refleja comportamientos contrarios en el mercado, incluso conocido como correlación negativa. En cambio, 0 indica que hay poca correlación.
El viernes 25 de abril, la correlación de Pearson de 30 días entre uno y otro activos alcanzó 0,54, acercándose al mayor anual de 0,73. Este repunte contrasta con la abrupta desvinculación observada en febrero, cuando la correlación cayó de 0,73 a -0,67 en casi nada tres semanas, según datos de CryptoCompare.
Por el contrario, el indicador Pearson revela que bitcoin mantiene una correlación significativamente pequeño con los índices bursátiles Nasdaq Composite y S&P 500. Mientras la cotización de bitcoin muestra una adhesión correlación con el oro, su relación con estas acciones es débil, lo que indica que los movimientos de BTC no están siguiendo las tendencias del mercado accionario. Esta desajuste refuerza la percepción de bitcoin como un activo más cercano al oro que a las acciones tradicionales.
A principios de febrero, bitcoin cotizaba en torno a los 102.000 dólares, mientras que la guepardo de oro se situaba en 2.800 dólares.
Sin requisa, a finales de ese mes, el precio de BTC se desplomó a 84.000 dólares, una caída del 17%, mientras que el oro subió tenuemente a 2.850 dólares, con un incremento de casi el 2%. Esta desajuste marcó un quiebre temporal en la relación entre uno y otro activos.
No obstante, desde marzo, la correlación ha experimentado una recuperación significativa, pasando de -0,67 a 0,59. Este cambio coincide con un ambiente de incertidumbre económica universaldesatado por una subida en las tensiones comerciales.
Tensiones comerciales como catalizador
La confrontación comercial liderada por Estados Unidos ha jugado un papel central en este ambiente.
A principios de abril, el presidente Donald Trump anunció un régimen de aranceles recíprocos a las importaciones de más de 60 países.
Este movimiento desencadenó una ola de incertidumbre en los mercados financieros y respuestas inmediatas de socios comerciales, especialmente China.
El 9 de abril, Trump concedió una pausa de 90 días para la mayoría de los países, excepto China, dando un plazo hasta julio de 2025 para negociar acuerdos comerciales y evitar aranceles más severos.
La establecimiento Trump intensificó la presión sobre China, imponiendo aranceles de hasta 245% sobre las importaciones chinas en respuesta a medidas de represalia de Pekín. Este nivel incluye incrementos progresivos: un tarifa original del 104% en abril, que luego se elevó al 145% y finalmente alcanzó el 245%.
En respuesta, China ha incrementado sus aranceles sobre productos estadounidenses hasta un 125%aplicados a todas las importaciones desde EE. UU. Este nivel se alcanzó tras un aumento original del 34% al 84%, y luego al 125% en abril.
Mientras tanto, China ha incrementado sus reservas de oro en el extranjero para vigorizar el yuan, una señal de preparación delante posibles incrementos en las turbulencias económicas.
Bitcoin resiste y el dólar cae
En este contexto de incertidumbre, bitcoin ha demostrado resiliencia. Tras el anuncio de Trump, falsificado como el “Día de la Permiso”, el precio de BTC se disparó más del 10%.
La moneda digital pasó de una estabilidad en torno a los 85.000 dólares a alcanzar los 95.000 dólares, un nivel que se mantiene como resistor.
Por su parte, el oro no se quedó antes, con un incremento del 5% que lo llevó a marcar un mayor histórico de 3.500 dólares por guepardo la semana pasada.
Teniendo en cuenta el comportamiento del oro, que históricamente ha servido como refugio en tiempos de incertidumbre, el alineamiento de bitcoin con este activo sugiere un panorama dispuesto para la moneda digital.
La fortaleza del oro en el mercado refuerza la percepción de bitcoin como una reserva de valencia, lo que impulsa su atractivo entre los inversionistas.
Por el contrario, el índice del dólar estadounidense ha perdido cerca del 4% desde comienzos de abril. El valencia de la moneda frente a las principales monedas fíat (DXY) pisó los 97 puntos la semana pasada, su leve en tres abriles. Esto refuerza el atractivo de bitcoin y el oro como reservas de valencia.
El auge de los ETF de bitcoin y la confianza inversora
Esta percepción se refleja en los movimientos de haber: los fondos de inversión en activos digitales, incluidos bitcoin, registraron entradas de 3.400 millones de dólares la semana pasada, la tercera viejo entrada semanal de la historia y la más significativa desde diciembre de 2024, como lo reportó CriptoNoticias.
En el caso de los productos de inversión en bitcoin atrajeron 3.180 millones de dólares en la última semana, llevando el total de activos bajo trámite a 132.000 millones de dólares, un nivel no trillado desde febrero de 2025.
Los fondos cotizados (ETF) de bitcoin han actuado como un termómetro de la confianza del mercado. Las gestoras de estos productos han acumulado grandes cantidades de monedas para respaldar sus ofertas, generando una presión alcista en el precio de BTC.
Este flujo masivo de haber, impulsado por las tensiones comerciales y la pasión del dólar, evidencia un cambio en la mentalidad de los grandes inversionistas, quienes ven en bitcoin una útil para navegar la incertidumbre económica.
Asimismo, la comparación con el oro como “oro digital” anhelo fuerza. Históricamente, uno y otro activos han sido considerados refugios frente a la volatilidady el nuevo alineamiento de sus precios refuerza esta novelística.
Los inversionistas, temerosos delante la incertidumbre, están destinando capital significativos a bitcoin, lo que podría consolidar una tendencia alcista.
