Tras ser ratificado por el Senado el pasado 9 de abril, Paul Atkins se prepara para liderar una etapa que podría marcar un cambio significativo respecto a la diligencia de su predecesor. Al momento de redactar esta nota, ya ostenta oficialmente el cargo de presidente número 34 de la Comisión de Bolsa y Títulos (SEC) de Estados Unidos.
En un comunicado oficial publicado en el portal de la SEC, el experto en regulación manifestó sentirse honrado por la confianza que le han otorgado tanto el presidente Donald Trump como el Senado de EE. UU. Según afirmó, su encomienda será «suministrar la creación de haber, sostener mercados justos, ordenados y eficientes, y proteger a los inversionistas».
Atkins sustituye a Mark Uyeda, quien ocupó el cargo de forma interina tras la renuncia de Gary Gensler el pasado 20 de enero. Con aquel cambio de dependencia se anunció la creación del Orden de Trabajo sobre Criptomonedas de la agenciael cual está encabezado por la comisionada Hester Peirce.
Ya desde los primeros días, la abogada quiso dirigirse a la comunidad para dejar claro que la intención de su equipo era marcar distancia con una dependencia que consideraba ambigua y hostil en dirección a la innovación. En uno de sus primeros comunicados, subrayó que la nueva SEC no solo respetaría la poder de las otras agencias, sino asimismo que estaban conscientes de que una colaboración saludable entre los distintos reguladores será secreto para avanzar.
Este mensaje puede interpretarse como una clara referencia a las fricciones que existieron entre la SEC de Gary Gensler y la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC). Mientras esta última sostenía que la mayoría de los criptoactivos debían clasificarse como commodities, la SEC consideraba que todos, excepto bitcoin, eran títulos.
En consecuencia, el Orden de Trabajo sobre Criptomonedas quedará ahora bajo la dirección de Atkins, de quien se paciencia que continúe el viraje en dirección a una postura menos punitiva. Sin incautación, su proclamación ha generado controversia oportuno a su historial y vínculos con el mundo financiero. Y es que durante su mandato como comisionado de la SEC (2002-2008), el patrón apoyó políticas de desregulación que algunos especialistas vinculan al origen de la crisis económica de 2008. Tras dejar la agencia, fundó Patomak Total Partners, compañía que ha brindado consultorio a varias firmas de la industria, entre ellas FTX. Estas conexiones han alzado preocupaciones sobre posibles conflictos de interés y sobre si su enfoque favorecerá a la industria en detrimento de la protección de los inversores.
Aunque el interés por bitcoin ha seguido creciendo en los últimos abriles, vale la pena destacar que la SEC enfrenta una serie de desafíos y prioridades más generales en el ámbito de las monedas digitales. Atkins, quien ya se desempeñó como comisionado durante el gobierno de George W. Bush, es percibido como un regulador con disposición a impulsar políticas más equilibradas y razonables.
Entre las prioridades que enfrenta actualmente la SEC, se encuentra la revisión de más de 70 solicitudes de fondos cotizados (ETFs) vinculados a criptoactivos. Atkins deberá acelerar la evaluación de estas propuestas para objetar a la creciente demanda tanto de inversores institucionales como minoristas. Con este exconsultor de Wall Street al mando, la agencia podría dejar de ser un obstáculo para convertirse en un partidario del sector… Si logra implementar un enfoque regulatorio menos agresivo que el de Gensler, se podría crear un entorno más conveniente que atraiga a más empresas de criptomonedas a Estados Unidos.
Sin incautación, Atkins asimismo deberá bregar con tensiones regulatorias a nivel estatal que podrían complicar sus objetivos. Un ejemplo fresco es la demanda presentada el 18 de abril por el Fiscal Universal de Oregon contra Coinbase, donde se alega que múltiples criptoactivos fueron ofrecidos como títulos no registrados. Este caso, que ignora precedentes como el dictamen de 2023 que determinó que XRP no es un valía en ventas públicas, ha sido criticado como un intento de regulación por juicio.
En lo que va del año, la SEC ha retirado múltiples litigios que tenía en curso, incluyendo casos contra Ripple, Coinbase, Robinhood, Kraken, Yuga Labs, entre otros. La comunidad tiene esperanzas de que este rumbo continúe, así como de una visión más clara y estructurada sobre la aplicación de las leyes de títulos a las criptomonedas. De hecho, se sabe que la SEC planea organizar más mesas redondas para combatir temas secreto como la custodia de criptoactivos y la tokenización de activos tradicionales. El objetivo es delimitar con viejo precisión cuáles deben considerarse títulos y cómo pueden registrarse conforme a la reglamento válido, reduciendo así la doble sentido que ha frenado la innovación en el sector.
Esto extremo podría contribuir a formar un entorno formado con las palabras del llamado «zar de la IA y las criptomonedas», David Sacks, quien afirmó que los inversionistas necesitan definiciones claras. Mientras tanto, conviene sostener la cautela y recapacitar que Gensler asimismo contaba con todas las herramientas para alcanzar avances significativos, pero sus resultados estuvieron remotamente de lo que la comunidad esperaba.