El oro avanza con destino a un nuevo mayor histórico impulsado por expectativas de recortaduras de tasas en Estados Unidos, aumento de la demanda estructural y una intensificación de los riesgos globales. En contraste, bitcoin (BTC) cierra noviembre con una caída cercana al 20%, afectado por un entorno de beocio solvencia y una tendencia bajista que aún no logra revertir.
De acuerdo con varios analistas consultados, la discrepancia entre los dos activos rebate a dinámicas macroeconómicas similares, pero con tiempos de reacción distintos.
Efectivamente, el oro continúa su avance tras romper niveles claves de resistor. La guepardo de oro se encuentra en una continuación de impulso alcista tras un período de compresión.
En la venidero gráfica, publicada en la comunidad de TradingView, se observa que el precio del metal muestra mínimos crecientes apoyados en una límite de tendencia erguido que refuerza la fortaleza estructural del movimiento presente.
De acuerdo con este atmósfera, se sugiere la continuación de tendencia, lo cual proyecta un objetivo técnico en torno a los 4.330 dólares. Sin bloqueo, no se descarta un posible retroceso previo.
La macroeconomía impulsa al oro
El comportamiento técnico trillado de la guepardo de oro coincide con la lección fundamental del analista argentino Emanuel Juárez. Él sostiene que el avance del oro rebate a factores macroeconómicos concretos.
Entre estos avances se encuentran «el aumento de probabilidades de recortaduras de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED), el incremento de compras de oro físico por parte de los bancos centrales y, por final, el temor de una burbuja tecnológica», dijo el experto en diálogo con CriptoNoticias. A su inteligencia, esta combinación favorece la demanda del metal como refugio tradicional.
El descriptivo provisto por el analista Juárez refuerza esta lección. En su exploración, el oro probablemente está adentro de un nuevo impulso diario y semanal que lo llevaría a la superación del final mayor histórico en los 4.381 dólares.
«El precio ya está atacando los máximos previos, y el patrón erguido de mínimos altos sugiere continuidad del movimiento si la presión compradora se sostiene», asegura.
Bitcoin: presión bajista, pérdida de solvencia y niveles críticos por delante
Por su parte, el desempeño de bitcoin contrasta de forma marcada con el del metal. BTC acumula un retroceso mensual importante que Juárez atribuye a la salida de solvencia desde el activo digital.
«La pérdida de capitalización en el mercado de criptomonedas rebate principalmente a la salida de solvencia desde bitcoin. En noviembre, BTC acumuló una caída que generó un impresión cascada sobre las monedas digitales de beocio capitalización», explica.
Los gráficos proporcionados por Juárez muestran a BTC atrapado en una estructura bajista de mediano plazo, con máximos descendentes en marcos diarios y de 4 horas.
La zona de propuesta marcada en torno a los 92.500 dólares ha frenado cada intento de recuperación. En este contexto, Juárez identifica un nivel esencia. «Próximo nivel importante de pasar, los 93.150 dólares». Como lo ve, una ruptura de esa resistor permitiría invalidar la estructura bajista de corto plazo y abriría la puerta a un movimiento de recuperación más sostenido.
En contrapartida, el analista advierte sobre un punto máximo para BTC. «Nivel crítico 80.600; la pérdida de este nivel nos llevaría hasta aproximadamente los 65.000 dólares», alerta. Esta zona coincide con el soporte semanal en el ámbito de los 81.000 dólares y con el rango inferior del canal descendente. La afición presente del precio mantiene activo este atmósfera.
Los fundamentos macro refuerzan la vulnerabilidad del activo digital en el corto plazo. Juárez señala que BTC es «un activo macro en gran medida dependiente de la solvencia universal».
Por lo tanto, si los índices estadounidenses se mantienen débiles o amplían su corrección, la migración de flujos con destino a activos de refugio complicaría una recuperación rápida del mercado de monedas digitales, señala.
No obstante, recuerda que «BTC suele reaccionar con un rezago inexacto de 90 días respecto a los movimientos del mercado tradicional», por lo que un eventual repunte podría tardar en consolidarse.
Hay percepciones de peligro en bitcoin
El economista venezolano Aarón Olmos coincide en que la presión bajista sobre BTC rebate más a percepciones de peligro que a cuestiones técnicas del protocolo.
«Quien maneja flujos de hacienda en un entorno como el que estamos viviendo quizás prefiere colocar parte de su hacienda en oro ayer que en bitcoin porque históricamente ha sido un activo refugio», afirma a CriptoNoticias.
Para Olmos, la volatilidad propia de bitcoin y la amplia diversificación de productos financieros asociados afectan su comportamiento en momentos de incertidumbre.
El experto señala que, a pesar del retroceso, los fundamentos de Bitcoin permanecen intactos. «La red sigue funcionando igual, se validan los bloques en su tiempo establecido, no está pasando carencia. Es un tema de flujo y percepción, no de funcionamiento de la red», señala.
Y destaca adicionalmente que los grandes tenedores institucionales continúan acumulando a generoso plazo. «Independientemente de todo lo que estamos viendo, siguen comprando porque saben que es una corrección de precio y que esto va a mejorar», subraya.
Dos tendencias divergentes, un mismo trasfondo macroeconómico
La discrepancia presente entre el comportamiento del oro y el de bitcoin se explica por las condiciones globales de peligro, solvencia y expectativas de política monetaria.
Mientras el oro avanza apoyado en flujos defensivos y demanda institucional creciente, BTC enfrenta un entorno restrictivo donde la solvencia se retrae y la prioridad de los inversionistas es la preservación de valía a corto plazo.
Para Juárez, sin bloqueo, esta brecha es temporal. Como lo ve, si se recortan las tasas de interés el próximo 10 de diciembre y continúa la inversión institucional en el sector tecnológico, «podríamos ver un repunte en los índices bursátiles estadounidenses y, en consecuencia, una recuperación continuo del mercado de criptomonedas».
Olmos concuerda en que la presente corrección no altera la visión de generoso plazo. «Esto es parte del ciclo, del comportamiento histórico que ha mostrado bitcoin», afirma.
En su lección, el mercado atraviesa un momento de distorsión influido por factores geopolíticos y por comportamientos típicos de las finanzas.
Así las cosas, todo indica que la brecha entre oro y bitcoin puede persistir mientras se mantengan las dudas sobre la patrimonio estadounidense y los recortaduras de tasas no se materialicen.
El oro avanza. Bitcoin corrige. Pero, según coinciden los especialistas, los dos siguen respondiendo al mismo ciclo macroeconómico, solo que en tiempos diferentes.



