China intensificó los controles de exportación de tierras raras el jueves en una medida poco global que podría tener implicaciones generalizadas para las cadenas de suministro globales y el sentimiento del mercado tradicional y criptográfico.
El Profesión de Comercio de China anunció nuevas y radicales restricciones a la exportación de materiales de tierras raras, tecnologías de procesamiento y productos derivados utilizados en semiconductores, sistemas de inteligencia sintético y defensa.
Las nuevas normas, que entrarán en vigor el 1 de diciembre, exigirán que las empresas extranjeras que exporten productos que contengan principios de tierras raras de origen chino o tecnologías relacionadas (incluidas aquellas fuera de China) obtengan una osadía de doble uso del Profesión de Comercio (MOFCOM).
Se manejo de una subida importante, ya que China domina la producción mundial de tierras raras, que son esenciales en todo, desde la electrónica cotidiana hasta los aviones de combate. Las posibles limitaciones de la dependencia de suministro derivadas de esta medida podrían afectar el sentimiento de peligro, particularmente en las acciones de IA, y transigir a los inversores a cubrir carteras. Una posible inquina al peligro en las acciones de IA podría dilatarse al mercado de las criptomonedas.
“China acaba de convertir las tierras raras en armas, de nuevo, pero esta vez a nivel mundial”, dijo en X la estratega geopolítica Velina Tchakarova, refiriéndose a las nuevas reglas.
“La medida otorga efectivamente a Beijing un poder de veto sobre partes de las cadenas globales de suministro de chips, vehículos eléctricos y defensa, incluidas aquellas que operan fuera de su región. Se negarán licencias para usos militares o relacionados con la IA, en particular chips de 14 nm, memoria de 256 capas y sistemas de IA de valor marcial”, añadió.
Según Tchakarova, las nuevas normas podrían provocar interrupciones en el suministro de vehículos eléctricos, turbinas y semiconductores, lo que provocaría aumentos de precios.
Es probable que la última medida proporcione a Beijing influencia en las conversaciones comerciales con Estados Unidos. Se produce ayer de una reunión esperada entre el presidente chino Xi Jinping y el presidente Donald Trump al beneficio de la cumbre de APEC en Corea del Sur a finales de este mes.
